Hoy hemos trasladado las aulas a las instalaciones de SOUL CLIMB, un lugar solo apto para valientes.
Algunos alumnos ya habían sentido la adrenalina de la escalada en su propio cuerpo, pero otros no lo habían experimentado nunca y se respiraban muchos nervios. Los monitores encargados de desarrollar la actividad lo dieron todo comenzando con una dinámica muy activa y organizada en dos equipos. Una vez explicada e integradas las nociones y las reglas básicas de la escalada pasamos a la acción.
Sin duda, el esfuerzo por conquistar lo más alto del rocódromo es el Gran Premio, el premio de la satisfacción y superación personal. ¡Gracias al equipo Soul Climb por el recibimiento y trato recibido, volveremos!
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