Primero nos dieron un pequeño concierto, ritmos pegadizos que abren boca para lo que venía después.
Cubos, botellas de plástico, palos, botes de lata... con estos materiales podemos crear ritmos sorprendentes. Eso sí, se requiere esfuerzo para concentrarse y muchas ganas de divertirse. Para no perdernos, Pablo nos enseñó a memorizar el ritmo con una frase a cada uno de los cuatro grupos que creamos, dependiendo del instrumento: " vamos a tocar" " para ti, para mi" "ritmo de brasil" " batucada, batucada"... LO PASAMOS GENIAL.
Cuatro grupos, cuatro instrumentos, y al final del taller...¡ un solo ritmo!
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